miércoles, 18 de octubre de 2023

07. “LOS ESTIMULANTES PRODUCEN FINALMENTE MALOS RESULTADOS”

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1Corintios 10:13.

Como pueblo, a pesar de que profesamos practicar la reforma pro salud, comemos demasiado. La complacencia del apetito es la causa más importante de la debilidad física y mental, y es el cimiento de la flaqueza que se nota por doquiera.

La intemperancia comienza en nuestras mesas, por causa del consumo de alimentos malsanos. Después de un tiempo, por causa de la complacencia continua del apetito, los órganos digestivos se debilitan y el alimento ingerido no satisface. Se establecen condiciones malsanas y se anhela ingerir alimentos más estimulantes.

El té, el café y la carne producen un efecto inmediato. Bajo la influencia de estos venenos, el sistema nervioso se excita y, en algunos casos, el intelecto parece vigorizado momentáneamente y la imaginación resulta más vívida. Por el hecho de que estos estimulantes producen resultados pasajeros tan agradables, muchos piensan que los necesitan realmente, y continúan consumiéndolos.

Pero siempre hay una reacción. El sistema nervioso, habiendo sido estimulado indebidamente, obtuvo fuerzas de las reservas para su empleo inmediato. Todo este pasajero fortalecimiento del organismo va seguido de una depresión.

En la misma proporción en que estos estimulantes vigorizan temporalmente el organismo, se producirá una pérdida de fuerzas de los órganos excitados después que pase el estímulo.

El apetito se acostumbra a desear algo más fuerte, lo cual tenderá a aumentar la sensación agradable, hasta que satisfacerlo llega a ser un hábito y de continuo se desean estimulantes más fuertes, como el tabaco, los vinos y licores...

El principal motivo que tuvo Cristo para soportar aquel largo ayuno en el desierto fue enseñarnos la necesidad de la abnegación y la temperancia. Esta obra debe comenzar en nuestra mesa, y debe llevarse estrictamente a cabo en todas las circunstancias de la vida.

El Redentor del mundo vino del cielo para ayudarnos en nuestras debilidades, para que, con el poder que Jesús vino a traernos, logremos fortalecernos para vencer el apetito y la pasión, y podamos ser vencedores en todo. Joyas de los Testimonios 1:417-419. [300]

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=iNURyDNu2y8&list=PLVsLdOIe7sVvZ3HC_pSy55432LMrBlRZP&index=19&pp=gAQBiAQBsAQB

 

miércoles, 11 de octubre de 2023

06. “EL DESARROLLO PROPIO ES ESENCIAL PARA REALIZAR EL MAYOR BIEN” (UN TEMA FASCINANTE) EGW

Pero todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste se salvará. Pues, ¿qué aprovecha al hombre si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? Lucas 9:24,25.

Se Nos Concede Una Sola Vida; Y La Pregunta Que Cada Uno Debe Hacerse Es: ¿Cómo Puedo Invertir Mis Facultades De Manera Que Rindan El Mayor Provecho? ¿Cómo Puedo Hacer Más Para La Gloria De Dios Y El Beneficio De Mis Semejantes? Pues La Vida Es Valiosa Sólo En La Medida En Que Se La Usa Para El Logro De Estos Propósitos.

Nuestro primer deber hacia Dios y nuestros semejantes es el desarrollo individual. Cada facultad con que el Creador nos ha dotado debemos cultivarla hasta el más alto grado de perfección, para realizar la mayor suma de bien de la cual seamos capaces.

Por tanto, está bien invertido el tiempo que se usa en la adquisición y la conservación de la salud física o mental.

No podemos permitirnos empequeñecer o inhabilitar ninguna función del cuerpo o de la mente. Con la misma seguridad con que lo hagamos, deberemos sufrir las consecuencias.

Cada Persona Tiene La Oportunidad, En Alto Grado, De Hacer De Sí Mismo Lo Que Elija Ser. Las Bendiciones De Esta Vida, y también las del estado inmortal, están a su alcance.

Puede formar un carácter de gran excelencia, y adquirir nueva fuerza a cada paso. Puede avanzar diariamente en conocimiento y sabiduría, consciente de que el progreso le proporcionará nuevas delicias, y añadir una virtud a otra, una gracia a otra... Su inteligencia, conocimiento y virtud se desarrollarán así para adquirir mayor fuerza y más perfecta simetría.

Por otra parte, puede permitir que sus facultades se herrumbren por falta de uso, o que sean pervertidas por malos hábitos, y por falta de dominio propio o de vigor moral y religioso.

Entonces marcha hacia abajo; es desobediente a la ley de Dios y a las leyes de la salud. El apetito lo domina. La inclinación lo desvía. Le resulta más fácil permitir que los poderes del mal, que están siempre activos, lo arrastren hacia atrás que luchar contra ellos y avanzar.

Sigue luego la disipación, la enfermedad y la muerte. Esta es la historia de muchas vidas que podrían haber sido útiles en la causa de Dios y la humanidad. —Consejos sobre el Régimen Alimenticio, 15,16. [293]

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=nHYtk6cpGbo&list=PLVsLdOIe7sVvZ3HC_pSy55432LMrBlRZP&index=12&pp=gAQBiAQBsAQB

 

viernes, 11 de agosto de 2023

05. “EL MUNDO NECESITA LOS PRINCIPIOS DEL SANO VIVIR”

…Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. (Marcos 16:18).

Al enseñar los principios que rigen la salud, téngase presente el gran objeto de la reforma, que es obtener el mayor desenvolvimiento del cuerpo, la mente y el espíritu.

 Demuestren que las leyes de la naturaleza, por ser leyes de Dios, fueron establecidas para nuestro bien; que la obediencia a ellas favorece la felicidad en esta vida, y contribuye a preparar para la vida futura.

Indúzcase a la gente a que estudie la manifestación del amor de Dios y de su sabiduría en las obras de la naturaleza.

Indúzcasela a que estudie el maravilloso organismo del cuerpo humano y las leyes que lo rigen.

Los que disciernen las pruebas del amor de Dios, que entienden algo de la sabiduría y el buen propósito de sus leyes, así como de los resultados de la obediencia, llegarán a considerar sus deberes y obligaciones desde un punto de vista muy diferente.

En vez de ver en la observancia de las leyes de la salud un sacrificio y un renunciamiento, la tendrán por lo que es en realidad: un inapreciable beneficio.

Todo obrero evangélico debe comprender que la enseñanza de los principios que rigen la salud forma parte de la tarea que se le ha señalado. Esta obra es muy necesaria y el mundo la espera.

En todas partes hay tendencia a reemplazar el esfuerzo individual por la obra de las organizaciones. La sabiduría humana tiende a la consolidación, a la centralización, a crear grandes iglesias e instituciones.

Muchos dejan a las instituciones y organizaciones la tarea de practicar la beneficencia; se eximen del contacto con el mundo, y sus corazones se enfrían. Se absorben en sí mismos y se incapacitan para recibir impresiones. El amor a Dios y a los hombres desaparece de su alma.

Cristo encomienda a sus discípulos una obra individual, que no se pueden delegar. La atención a los enfermos y a los pobres y la predicación del Evangelio a los perdidos, no deben dejarse al cuidado de juntas u organizaciones de caridad.

El evangelio exige responsabilidad y esfuerzo individuales, sacrificio personal. "Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar  -manda Cristo-, para que se llene mi casa" (Lucas 14:23).

Jesús relaciona a los hombres con aquellos a quienes quieren servir. Dice [acerca del deber cristiano]: "¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras?" (Isaías 58:7).

"…Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán". Por medio del trato directo y de la obra personal, se han de comunicar las bendiciones del Evangelio. El ministerio de curación, págs. 105, 106. RJ230/EGW/MHP 231

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=vReMaBhUa1E&list=PLtrFh-HO7ogB76sYN7DCjayfXOcZf-su7&index=12&pp=gAQBiAQBsAQB